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De ‘tira piedra’ a Vale del Almirante Padilla
En 2008, David era el líder de una pandilla denominada “Los Poquiticos”, nacida en el barrio Sinaí, en las faldas del la Popa, a donde jóvenes de los barrios aledaños iban a esconderse después de haber robado en el barrio Crespo, generando a los vecinos problemas con las autoridades. Un día, incómodos por la situación, David y otros muchachos del Sinaí recibieron a piedra a los jóvenes que subían a esconderse como ya era costumbre, lo que ocasionó que varios de estos fueran apresados por la Policía. Ese día, como mecanismo de defensa contra la represalia que se veía venir, nacieron “Los Poquiticos”, cuyos integrantes, entre ellos David, a partir de entonces, y hasta hace poco, se veían obligados a pelear para defenderse de lo que, en un principio, era un intento de venganza, y poco a poco, por la fuerza de la costumbre, pasó a ser una absurda guerra entre pandillas sin ningún tipo de justificación.
David fue priorizado por el Programa de Jóvenes en Riesgo que realiza la Administración, por intermedio de la Secretaría de Participación Ciudadana y Desarrollo Social, en el cual se destacó como un joven comprometido con el cambio positivo de sus compañeros y con su propio cambio. Gracias a sus deseos de superación, David fue seleccionado para hacer parte de los Vales del Almirante Padilla, donde quiso el destino que se encontrara “con cinco jóvenes muy amigos de aquellos con quienes mis compañeros y yo nos enfrentábamos por la casa”.
A las dos semana, luego de conocerse un poco, hicieron un pacto de no agresión: para evitarse problemas con las pandillas de las faldas de la Popa, “con los Vales éramos compañeros pero por la casa era como si fuéramos ná”. Tras ese primer acuerdo, David y los cinco jóvenes fueron acercándose poco a poco. Gracias a esa naciente amistad, el joven resocializado evadió el peligro en varias oportunidades. Prestando sus servicios como Vale del Almirante Padilla, durante sendas actividades en la India Catalina, en la Torre del Reloj y en el Mercado de Bazurto, David pudo escapar de la agresión de unos pandilleros gracias a las voces de sus cinco nuevos compañeros voces que oportunamente le advirtieron del peligro.
Por su historia de vida, David es muy observador. Suele prever qué personas no esperarán a que el semáforo pase a verde, y gracias a ello ha prevenido más de un accidente. De igual forma, es una persona muy activa y siempre cargada de nuevas ideas. Durante una reunión del grupo les dijo a sus miembros que era hora de buscar cómo mejorar las intervenciones y, de inmediato, les propuso realizar pequeñas representaciones teatrales, en los andenes, en las plazas y en las mismas calles. Desde entonces, David protagoniza papeles de distinta naturaleza en obras que él mismo suele montar en escena. El que más lo ha llenado de satisfacciones es el de “La Pichi”, un personaje que es atropellado por un carro de icopor en una mini obra que pretende, según él, “seguir machacando en el tema de la Cultura Ciudadana”.
Muy pronto David terminará su proceso de formación como Vale del Almirante Padilla, sin embargo, de acuerdo con Juan Camilo Oliveros, “gracias a su buen desempeño y dado que es un referente para otros jóvenes de su barrio, fue seleccionado para trabajar en ‘De Una’, un nuevo programa de servicio al ciudadano de la Alcaldía Mayor”.
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